sábado, 10 de septiembre de 2011

BERLIN 1930. ADIÓS A BERLIN, CHRISTOPHER ISHERWOOD. (COMENTARIO DE JAVIER ALFAYA)

Porque Adiós a Berlín es una obra maestra, que se beneficia además de una espléndida traducción debida a uno de los mayores poetas españoles contemporáneos: el inolvidable Jaime Gil de Biedma. La centralidad que tiene el personaje de Sally Bowles en el libro no es sólo por su vistosidad -esa fantástica muchacha, cuya idea casi infantil del placer sexual se une a su incompetencia como actriz y cantante para formar un conjunto delicioso y explosivo- sino por lo que refleja de una mentalidad muy de su época -ese sentido bullicioso de la vida que en el fondo esconde, quizá sin saberlo, la fatalista consciencia de que el mundo va al desastre-.


Todos los personajes del libro -en especial Landauer, el millonario judío, que se da cuenta de lo que se le viene encima pero que no quiere abandonar su país- están muy bien descritos, pero es sobre todo el ambiente berlinés, aquella mezcla de riqueza creativa, libertinaje desenfrendado y barbarie política lo que proporciona al libro un encanto sobre el que no ha pasado el tiempo.

Isherwood era un maestro en la construcción de la frase y del párrafo, con un infalible sentido del ritmo y del fraseo narrativo, que hace que Adiós a Berlín sea una de esas novelas que se leen de un tirón tanto por su interés como por su perfección estructural. Menos caricaturesca que Mr. Norris cambia de trenes en donde los aspectos más siniestros y caricaturescos de la ciudad ocupan un primer plano, Adiós a Berlín está elaborado de manera que su propósito elegíaco -la despedida un mundo que se hunde en la miseria y en la crueldad- queda parcialmente enmascarado por el sutil sentido del humor de Isherwood. Por eso también es tan oportuno el reencuentro con esta novela singularísima que vio la primera vez la luz en español en 1967 y que tuvo la virtud también de hacer que algunos lectores en nuestro país empezaran a descubrir la deslumbrante riqueza de la narrativa británica contemporánea.

No hay comentarios:

Publicar un comentario